martes, 29 de septiembre de 2015

Día mundial de Lucha contra la Desertificación


La consigna del Día es: El que algo quiere, algo le cuesta, invirtamos en suelos sanos.

El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación se celebra el 17 de junio en todo el mundo. En esta ocasión, se centra en «lograr la seguridad alimentaria para todos a través de sistemas alimentarios sostenibles».



Con la consigna de «El que algo quiere, algo le cuesta, invirtamos en suelos sanos», la celebración quiere llamar la atención sobre la importancia de llevar a cabo estas acciones:

(1)       Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en especial en aquellas zonas áridas en las que la escasez de comida es cada vez mayor.
(2)       Un mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.
(3)       Un mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.
(4)       Un aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible y
(5)       Un aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertificación, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles pero, sin embargo, una realidad para los países con escasez de agua y de comida, y cuyos habitantes se ven obligados a emigrar como consecuencia de este problema.

Celebración mundial

Italia fue el anfitrión de un acto de conmemoración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, que se celebro el 17 de junio en la Expo Milano 2015, en la ciudad de Milán. El Secretariado y el Mecanismo Global para la Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la desertificación organizarán este evento, junto con el gobierno de Italia y otros socios.
La ONU insta a los países interesados, especialmente aquellos con zonas áridas y que estarán presentes en Expo Milano, a participar en el evento y a promover este Día Internacional en sus espacios dentro de la feria.
El lema de Expo Milano 2015 es «Alimentar el planeta, energía para la vida», muy en consonancia con el lema del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación 2015.
Unos 805 millones de personas en el mundo no tuvieron acceso a los nutrientes necesarios entre 2012 y 2014, según el informe sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria de 2014. Esta cifra equivale a uno de cada ocho habitantes del planeta. La gran mayoría viven en países en vías de desarrollo. Si bien se han hecho importantes avances para alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, que es erradicar la pobreza extrema y el hambre, algunas regiones y países todavía no se han beneficiado de este progreso.
La lucha contra el hambre requiere estrategias que tengan en cuenta el desarrollo económico, la gestión de los desastres naturales y conocer la cantidad de nutrientes que consume la población. También es clave centrase en la tierra porque más del 99,7% de los alimentos proceden del suelo. Debido al aumento de la población global y a las tensiones por la titularidad y uso de las tierras, va disminuyendo la proporción de suelo destinada al cultivo de alimentos. Es crítico recuperar tierras degradadas para garantizar la seguridad alimentaria.

La escasez de comida y el hambre es más prevalente en países en vías de desarrollo que tienen tierras áridas que no retienen el agua y que son más vulnerables a la destrucción causada por el hombre o por la naturaleza. La mayoría de las personas que habitan en esas zonas dependen de los alimentos locales para subsistir. El África Subsahariana ha logrado algunos progresos en la erradicación del hambre pero sigue registrando las cifras más elevadas de malnutrición.
La agenda de desarrollo para después de 2015, que tiene el objetivo de «no dejar a nadie atrás», quiere acabar con la degradación de la tierra y, con ello, con la pobreza y el hambre mundiales.




Aportación echa por: Nely Ruiz Gonzalez

Convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la Desertificación



La Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD por sus siglas en inglés) es un acuerdo Internacional universal cuyo fin es promover una respuesta global para la desertificación. La Cumbre para la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992, fue la génesis de esta Convención, la cual entró en vigor en 1996.

Hoy, la UNCCD tiene 194 Partes. Ha evolucionado para ser la piedra angular en la batalla para el desarrollo sostenible, aplicando un enfoque integrado consistente con la Agenda 21 al tiempo que fomenta la participación de la sociedad civil y la transferencia de la ciencia y la tecnología y su combinación eficaz con el conocimiento tradicional. Aunque la convención es un acuerdo entre países en vías de desarrollo y países desarrollados para asegurar la acción global para combatir la desertificación, también incluye compromisos nacionales específicos para acciones concretas.

La Convención entró en vigor el 26 de diciembre de 1996, tres meses después de su quincuagésima ratificación. En Marzo de 2012 la habían ratificado o se habían adherido a ella 194 Partes así como la Comunidad Europea. El órgano supremo de la Convención es la Conferencia de las Partes (CP), que incorpora a los gobiernos que la han ratificado y a las organizaciones de integración económica regional. Para su labor cuenta con la asistencia de dos órganos subsidiarios: un Comité de Ciencia y Tecnología y un Comité de examen de la aplicación de la Convención.

La CP mantuvo diez reuniones hasta finales del 2011, celebrándose en Octubre de 1997 la primera de ellas. La CP continuará reuniéndose bianualmente en el futuro.


La Unidad de Coordinación Regional se estableció en la Santiago de Chile, hospedada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).





Aportación echa por: Nely Ruiz Gonzalez

martes, 22 de septiembre de 2015

Convenio de Minamata


Nuevo tratado Mundial limita las emisiones y liberaciones de mercurio y establece controles

Japón, uno de los primeros países que forma el convenio de Minamata

Nobuteru Ishihara, Ministro del Medio Ambiente, Japón, Achim Steiner, Director ejecutivo del UNEP, Ikuo Kabashima, Gobernador de la Prefectura de Kumamoto, y Katsuaki Minamata, Alcalde de Minamata


Kumamoto,10 de octubre de 2013: Japón, un país que se ha convertido en el epítome de la intoxicación por mercurio en los tiempos modernos, pasó a ser hoy uno de los primeros países en firmar un histórico nuevo convenio internacional para eliminar las emisiones y liberaciones del metal tóxico al aire, la tierra y el agua.

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio - un tratado mundial y jurídicamente vinculante que se abrió a la firma el día 10 de octubre de 2013 - es el resultado de un acuerdo alcanzado por los gobiernos en enero.

Este nuevo tratado es el primer nuevo convenio mundial de protección del medio ambiente y la salud que se concierta en casi una década. En un momento en que algunos procesos multilaterales han pasado por circunstancias difíciles, el éxito de su negociación, tras cuatro años de tratativas, da un nuevo impulso a la cooperación intergubernamental en el ámbito del medio ambiente.
También contribuye a su importancia que muchos países, a pesar de los persistentes efectos de la crisis financiera mundial, siguieran dispuestos a comprometer recursos para la lucha contra los efectos nocivos del mercurio.

Los países comenzaron las celebraciones de este nuevo tratado en una ceremonia especial de apertura de la Conferencia Diplomática de Minamata, ciudad en la que a mediados del siglo XX muchos de sus habitantes se envenenaron tras la ingestión de pescado y mariscos de la Bahía de Minamata contaminados con mercurio. Ese fenómeno es el que dio en la actualidad el nombre de enfermedad de Minamata al síndrome neurológico causado por la intoxicación grave con mercurio.
Pero la Minamata que los delegados visitaron ayer en una excursión especial que partió del lugar principal de celebración de la conferencia en la cercana ciudad de Kumamoto es un sitio que poco se parece al que resultó afectado por el mercurio a mediados de la década del cincuenta. En todos estos años la ciudad se transformó en una ciudad ecológica y ha recibido reconocimiento internacional por la gran variedad de programas ambientales y de reciclado.

El Convenio de Minamata prevé controles y reducciones en una amplia gama de productos, procesos e industrias en los que se utiliza mercurio o que lo liberan o emiten. El tratado también se ocupa de la extracción directa de mercurio, la exportación e importación del metal y el almacenamiento del mercurio de desecho en condiciones de seguridad.

Gracias al cumplimiento de las obligaciones del nuevo tratado se podrán identificar las poblaciones en situación de riesgo, se impulsará la atención médica y se impartirá una mejor formación a los profesionales de la salud en la detección y el tratamiento de los efectos derivados del mercurio.

"El Convenio de Minamata protegerá a la población y mejorará el nivel de vida de millones de personas en el mundo entero, especialmente de los más vulnerables", dijo el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki moon en un discurso leído en la Conferencia. "Procuremos lograr la adhesión universal a este nuevo y valioso instrumento y avanzar juntos en el camino hacia un planeta más seguro, más sostenible y más saludable para todos".

"El mercurio puede tener efectos graves, tanto en la salud humana como el medio ambiente. El PNUMA se siente orgulloso de haber facilitado y apoyado la negociación del tratado durante los últimos cuatro años porque casi todo el mundo - mineros que trabajan en la extracción de oro de pequeña escala, mujeres embarazadas o personas que manejan residuos en los países en desarrollo - se beneficiarán con sus disposiciones", dijo Achim Steiner, Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y Subsecretario General de las Naciones Unidas.

La adopción de medidas a nivel mundial sobre el mercurio se acordó en una decisión histórica adoptada en el período de sesiones de 2009 del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los gobiernos decidieron por unanimidad emprender negociaciones sobre un tratado internacional relacionado con el mercurio que se ocupase de las emisiones y descargas de un contaminante que amenaza la salud de millones en el mundo entero, desde fetos y bebés hasta mineros que trabajan en la extracción de oro en pequeña escala y sus familias.

Hace más de un siglo que se conocen los efectos del mercurio en el sistema nervioso humano: el Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas se llamaba así porque los fabricantes de sombreros usaban el metal líquido para reforzar las alas de los sombreros y al hacerlo inhalaban vapores venenosos.
Otros de los posibles efectos son la disminución de las funciones tiroidea y hepática, irritabilidad, temblores, alteraciones de la visión, pérdida de memoria y problemas cardiovasculares.

"Con la firma del Convenio de Minamata sobre el Mercurio estaremos dando un gran paso adelante para proteger al mundo por siempre jamás de las devastadoras consecuencias que tiene el mercurio para la salud", dijo la Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan. "El mercurio es uno de los diez productos químicos que más preocupación generan en materia de salud pública y una sustancia que se dispersa y permanece en los ecosistemas durante generaciones, causando graves problemas de salud y discapacidad intelectual a las poblaciones expuestas".

Los gobiernos finalizaron con éxito sus negociaciones en el quinto período de sesiones del Comité intergubernamental de negociación encargado de elaborar un instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial sobre el mercurio, celebrado en Ginebra del 13 al 18 de enero de 2013. Convinieron en el texto del "Convenio de Minamata sobre el Mercurio", que ahora se ha presentado para su aprobación y se ha abierto a la firma en la Conferencia de Plenipotenciarios que se está desarrollando en el Hotel Nikko de Kumamoto y en Minamata (Japón), del 9 al 11 de octubre de 2013.

La Conferencia Diplomática fue precedida por una reunión preparatoria intergubernamental celebrada los días 7 y 8 de octubre de 2013 en Kumamoto.

Algunos datos claves sobre la Conferencia Diplomática:

Ø  Más de 1000 participantes
Ø  Convenio adoptado por 139 gobiernos
Ø  Convenio firmado por 92 gobiernos

Disposiciones del Tratado

De conformidad con las disposiciones del Convenio de Minamata, los gobiernos han acordado prohibir la producción, importación y exportación de una variedad de productos que contienen mercurio antes de 2020. Para estos artículos existen alternativas sin mercurio que se irán incorporando gradualmente a medida que se vayan eliminando las otras. Por ejemplo:

Ø  Baterías, excepto las "pilas de botón" utilizadas en dispositivos médicos implantables.
Ø  Interruptores y relés
Ø  Algunas lámparas fluorescentes compactas
Ø  Mercurio en lámparas fluorescentes de cátodo frío y lámparas fluorescentes de electrodo externo
Ø  Jabones y cosméticos (el mercurio se utiliza en productos de blanqueamiento de la piel)
Ø  Algunos artículos médicos que contienen mercurio como los termómetros y los aparatos para medir la presión arterial.

El mercurio utilizado para la extracción de oro en pequeña escala y el de las centrales eléctricas alimentadas a carbón representan la mayor fuente de contaminación por mercurio en el mundo. Los mineros inhalan mercurio durante la fundición, y el mercurio que va a parar a ríos y arroyos contamina el pescado, la cadena alimentaria y a las personas que se encuentran aguas abajo.

En el marco del Convenio de Minamata, los gobiernos han acordado que los países elaborarán estrategias para reducir la cantidad de mercurio usado por los mineros de pequeña escala y diseñarán planes nacionales en un plazo de tres años a partir de la entrada en vigor del tratado para reducir y, en lo posible, eliminar el mercurio.


El Convenio también controlará la emisión y las liberaciones de mercurio de plantas industriales de gran escala tales como las centrales eléctricas alimentadas a carbón, calderas industriales, incineradores de desechos e instalaciones de cemento clinker.




Link de informacion : http://www.unep.org/

Para obtener una lista de los países que han firmado el Convenio hasta el momento, consulte (a partir del 10 de octubre)  www.mercuryconvention.org. 


 Autor: Nely Ruíz González

lunes, 14 de septiembre de 2015

Historia de las negociaciones del Convenio de Estocolmo

El Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes se adoptó el 22 de mayo de 2001 y entró en vigor el 17 de mayo de 2004.

Consciente de que los contaminantes orgánicos persistentes (COP) plantean importantes y crecientes amenazas a la salud humana y el medio ambiente en mayo de 1995, el Consejo de Administración del PNUMA pidió en su decisión 18/32 que un proceso de evaluación internacional se realizará de una lista inicial de 12 COP y que el Foro Intergubernamental sobre Seguridad Química (FISQ) desarrollar recomendaciones sobre la acción internacional para su examen por el Consejo de Administración del PNUMA y la Asamblea Mundial de la Salud a más tardar en 1997.

En junio de 1996, IFCS concluyó que la información disponible era suficiente para demostrar que la acción internacional, incluyendo un instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial, tenía la obligación de minimizar los riesgos de los 12 COPs a través de medidas para reducir y / o eliminar sus emisiones o vertidos.

En febrero de 1997, el Consejo de Administración del PNUMA en su decisión 19 / 13C invitó al PNUMA para preparar y convocar al Comité Intergubernamental de Negociación (INC), con el mandato de preparar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para la aplicación de medidas internacionales inicialmente comenzando con los 12 COPs y pidió que el INC establecer un grupo de expertos para desarrollar criterios y un procedimiento para identificar otros COP que puedan someterse a medidas internacionales futuras.

La primera reunión del INC para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante para la aplicación de medidas internacionales sobre los COP se celebró en junio de 1998 en Montreal, Canadá, en la que se pedía anteriormente se estableció los criterios del Grupo de Expertos (CEG). Se celebraron reuniones posteriores del INC en Nairobi, Kenia, en enero de 1999, en Ginebra, Suiza, en septiembre de 1999, en Bonn, Alemania, en marzo de 2000 y en Johannesburgo, Sudáfrica, en diciembre de 2000, donde las negociaciones se completaron con éxito.

El CEG completó su mandato en dos reuniones: la primera en Bangkok, Tailandia, en octubre de 1998 y, el segundo, en Viena, Austria, en junio de 1999.

La Convención fue adoptada y abierta a la firma en una Conferencia de Plenipotenciarios celebrada el 22 y 23 mayo de 2001 en Estocolmo, Suecia.

La Conferencia de Plenipotenciarios también adoptó una serie de resoluciones que se incluyeron en el anexo al Acta final, como sobre arreglos provisionales; en la Secretaría (por ejemplo, invitar al PNUMA a convocar más sesiones del INC durante el período de transición); y sobre responsabilidad y compensación. Sobre este último tema, se realizó un taller sobre responsabilidad y compensación los días 19-21 de septiembre de 2002 en Viena, Austria.

La Convención entró en vigor el 17 de mayo de 2004, noventa días después de la presentación del quincuagésimo instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión respecto de la Convención.


Consulte los documentos de las reuniones antes mencionadas.


Aquí les dejo un vídeo sobre los COP en donde nos explica que todos estamos expuestos a ello debido a que los estos químicos no se degradan fácilmente.




Autor: Nely Ruiz Gonzalez

viernes, 11 de septiembre de 2015

Convenios que ha financiado el Fondo Mundial para el Medio Ambiente

El Fondo para el Medio Ambiente Mundial es una asociación para la cooperación internacional en la que 183 países trabajan conjuntamente con instituciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, para hacer frente a los problemas ambientales mundiales.


Desde 1991, el FMAM ha proporcionado $13,5 mil millones en donaciones y ha movilizado $65 mil millones en cofinanciamiento para 3.900 proyectos en más de 165 países en desarrollo. Durante 23 años, tanto países desarrollados como en vías desarrollo han proporcionado estos fondos para apoyar actividades relacionadas con biodiversidad, cambio climático, aguas internacionales, degradación de la tierra, productos químicos y residuos en el contexto de proyectos y programas de desarrollo.

A través de su Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del FMAM ha realizado más de 20.000 donaciones a organizaciones basadas en la comunidad y de la sociedad civil por un total de mil millones.

Entre los principales resultados de estas inversiones, el FMAM ha establecido áreas protegidas en todo el mundo más o menos equivalentes al área de Brasil; ha reducido las emisiones de carbono por 2,3 mil millones de toneladas; ha eliminado el uso de sustancias destructoras del ozono en Europa Central y del Este y en Asia Central; ha transformado la gestión de las 33 principales cuencas fluviales y un tercio de los grandes ecosistemas marinos del mundo y; ha disminuido el avance de la desertificación en África mediante la mejora de prácticas agrícolas, contribuyendo de manera simultánea a mejorar los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de millones de personas.

El FMAM también actúa como mecanismo financiero de los siguientes convenios y convenciones:

Fuente: www.thegef.org

Autor: Nely Ruíz González